
Natural de Pontevedra, desarrolló sus estudios de Ingeniería Industrial en la Escuela Politécnica de la Universidad Europea de Madrid, aconsejada por su familia por tratarse de una carrera de prestigio con gran recorrido.
Durante sus estudios, se sintió atraída por la dirección y organización de empresas, por lo que se especializó en Organización Industrial y, posteriormente, en Estrategia de Negocio y Creación de Empresas. En este sentido, destaca tres habilidades adquiridas durante sus estudios de Ingeniería Industrial, que han sido fundamentales a la hora de aportar valor en su trabajo en consultoría estratégica: la capacidad analítica, la capacidad de resolución de problemas complejos y la creatividad.
“El carácter generalista y polivalente de la Ingeniería Industrial y el hecho de haber articulado nuestra formación en base a la filosofía de ser conocedores de todo, sin especializarnos en nada, nos dota a los ingenieros de una fuerte flexibilidad a la hora de afrontar cualquier reto por difícil que parezca”, explica Raquel que, además, destaca el rigor profesional, el razonamiento crítico estructurado y la pasión por la innovación y nuevos modelos de negocio como marco de referencia en el que desarrolla su carrera profesional.
Respecto a la realidad actual, comenta que la Industria está pivotando hacia un nuevo modelo industrial en el que la innovación es uno de los actores clave. En este sentido, considera necesario abordar una profunda transformación de la Industria española para adaptarla a la cuarta revolución industrial o Industria 4.0. “Nuestros esfuerzos deben ir encaminados al desarrollo de palancas competitivas que favorezcan nuestra Industria e impulsen la inversión en I+D, con cifras todavía por debajo de la media europea, así como las exportaciones”, afirma.