¿Podría detallar sus comienzos en la Ingeniería Industrial?
Mis inicios se remontan al año 1999. Pocos meses después de entregar el Proyecto Fin de Carrera (PFC) empecé a trabajar en una empresa ubicada en Valencia que se dedicaba a la promoción y construcción de edificación industrial y terciaria.
En esta etapa tuve la oportunidad de desarrollar proyectos para todo tipo de empresas, desde pymes a multinacionales, que desarrollaban su actividad en sectores muy diferentes y que requerían soluciones distintas y personalizadas.
¿Qué hito de su carrera laboral destacaría?
En términos generales, no destacaría un proyecto concreto sobre los demás. Visto con perspectiva diría que para mí ha sido y sigue siendo muy importante disfrutar con el trabajo que hago.
Esto requiere compromiso, mejora, transformación y adaptación a las circunstancias para superar con éxito los retos que se van planteando.
¿Qué es lo que más valora de su trabajo?
La posibilidad de estar en contacto con equipos y personas que trabajan por un objetivo común, que consiguen poner en marcha soluciones que resuelven problemas, productos
que no existían hasta ese momento.
Cada caso es diferente. Sin embargo, existe una metodología, una forma de trabajo y preceptos comunes que permiten una gestión coherente, lo que hace que se logren los retos planteados.
¿Qué siente al ser la primera mujer presidenta provincial del COIICV?
Siento responsabilidad por lo que implica representar a todos los ingenieros e ingenieras. El
hecho de que yo sea una mujer a día de hoy ya es indiferente. Creo que está superado y, por tanto, lo que hay que juzgar son los hechos, no las circunstancias.
¿Piensa que cada vez es más fácil encontrar mujeres en puestos de responsabilidad?
Afortunadamente, cada vez encontramos a más mujeres en puestos de responsabilidad. Lo que hace años era una apuesta, hoy se ha normalizado y, en términos generales, no es razonable que el género sea un factor a tener en cuenta a la hora de promocionar a un miembro de una compañía. Aquella que lo haga de esa manera se equivoca. Sin embargo, en las ingenierías es más difícil porque, en cifras totales, somos menos en el sector.
¿Ha notado una incorporación notable de mujeres a la Ingeniería Industrial desde sus primeros pasos?
Sin duda, aunque aún sea baja respecto a lo que por lógica debería ser. La incorporación de
mujeres al ámbito de la Ingeniería no está al nivel de hace 20 años, es muy superior.
Por aquel entonces, encontrar a una mujer ingeniera era una anécdota, así que la diferencia más notable que yo he percibido es la normalización de la situación.
¿Se ha encontrado en algún momento con barreras simplemente por ser mujer?
Naturalmente. Sin embargo, mi impresión es que no ha sido demasiado difícil. Pienso que en determinadas situaciones el hecho de ser una mujer fue una limitación, pero no lo suficiente para que impidiera mi desarrollo.