Nacido en Donostia, se licenció en Ingeniería Industrial en TECNUN de la Universidad de Navarra en el año 2000. Los primeros años de su trayectoria profesional estuvieron enfocados a la construcción industrial, para finalmente centrarse en el campo de Desarrollo de Negocio y Comercial desde 2013. Tras haber pasado por empresas como Apina, Inabensa o Grupo Sarralle, se mudó en 2010 a Emiratos Árabes, donde actualmente trabaja como Area Sales Manager Middle East en Thyssenkrupp Airports Solutions.
¿Qué le impulsó a irse a trabajar como ingeniero industrial a Emiratos Árabes?
Entre los años 2004 y 2008 estuve involucrado en varios proyectos industriales en Arabia Saudí, con frecuentes viajes a la zona, experiencia que me marcó. En el año 2010, surgió la oportunidad de desplazarme a Dubái, Emiratos Árabes Unidos, para un nuevo proyecto y no me lo pensé dos veces. España estaba sumida en la crisis y el panorama no era muy alentador. Este hecho me dio la oportunidad de continuar desarrollando mi carrera, de tal forma que a los pocos años pasé de la ejecución de proyectos a desarrollo de negocio y comercial.
¿En qué consiste su trabajo como ingeniero industrial allí?
En junio de 2017 comencé a trabajar en ThyssenKrupp Airport Solutions, en Dubái, una empresa asturiana dedicada a la fabricación, montaje, operación y mantenimiento de pasarelas de embarque en aeropuertos y equipos auxiliares para dar servicio a los aviones.
En un principio, gestioné un par de proyectos pequeños en Vietnam, para conocer más en detalle los productos e instalaciones que hoy realizamos. Hoy soy responsable de ventas en Oriente Medio.
Al no vender una “commodity”, sino unos equipos muy específicos, la labor comercial pura queda relegada a un segundo plano, siendo más importante el servicio de asesoría, fundamentalmente técnica, que se les da a los aeropuertos, ingenierías y empresas constructoras a la hora de desarrollar el diseño y la ingeniería previa al proyecto.
¿Qué valor tienen los ingenieros industriales en Emiratos Árabes?
Los ingenieros están muy bien valorados en Emiratos, un país en continuo desarrollo desde finales del siglo pasado.
Casi la mitad de la población de Emiratos procede de India, Pakistán y Bangladesh, por lo que existe una gran influencia en la forma de trabajar de estos países.
A mi entender, la mayor diferencia es la ‘especialización’ de los ingenieros. Los ingenieros industriales en España hemos sido formados para poder dar un servicio más completo, polivalente, cubriendo distintos aspectos técnicos y de gestión. Sin embargo, aquí la formación de los ingenieros no es tan completa, un calculista de estructura metálica es complicado que pueda hacerte el cálculo de una estructura de hormigón y mucho menos una cimentación.
¿Cómo fue el proceso de adaptación al nuevo país como profesional y como persona?
El proceso de adaptación profesional fue relativamente sencillo ya que trabajaba en una empresa española donde éramos varios españoles que ya habíamos estado trabajando en otros proyectos con anterioridad. Tuvimos que entender y amoldarnos a la burocracia y forma de trabajar del país, pero sin mayores inconvenientes.
En lo personal tampoco fue muy complicado. Emiratos Árabes Unidos está formado por siete Emiratos, muy diferentes entre sí. En mi caso, acompañado por mi esposa, nos implantamos en Dubái, una ciudad que te ofrece lo que necesitas sea cual sea tu estilo de vida. Es cierto que el clima es muy duro durante cinco meses al año, pero está preparada para ello.
El choque cultural es tremendo, aparte de la forma de trabajar hay otros aspectos como la gastronomía, el trato, el respeto o la forma de estructurar al hablar que al final resulta muy enriquecedor.
A los ingenieros industriales que deseen trabajar en el extranjero, ¿qué consejos les daría?
Sin duda alguna yo los animaría. Lo más importante es la actitud con la que se va, tanto en lo profesional como en lo personal.
A nivel profesional, es muy importante amoldarse a la forma de trabajar del lugar. Al principio puede resultar frustrante, piensas que cambiando las cosas todo sería mejor, pero enseguida se encuentra el equilibrio y te das cuenta de cómo hacer que tu aportación sea lo más productiva posible en esas circunstancias.
En lo personal, aunque pueda parecer contradictorio, por un lado es importante establecer contacto con la comunidad de españoles en la zona, sobre todo al principio, ya que hay veces que hace falta apoyo y consejos para no darse la media vuelta. Por otro lado, es conveniente aprovechar y tratar de establecer relación con gente local u otros extranjeros afines.
¿Cuáles son sus planes de futuro? ¿Tiene algún proyecto pendiente de desarrollar?
Este país no te permite echar raíces, la residencia está vinculada a un puesto de trabajo. En el momento que te quedas sin trabajo o te retiras, tienes que hacer las maletas. Por este motivo sé que tarde o temprano volveremos a España, pero el futuro a medio plazo sigue estando aquí en Dubái.