La crisis generada por la pandemia de la COVID-19 ha situado a España en uno de los peores escenarios sanitarios, sociales y económicos de los últimos tiempos con consecuencias inciertas. Comenzábamos el año 2020 con unas estructuras económicas sanas que, si bien no eran suficientes para alcanzar el objetivo propuesto por la Unión Europea de llegar este año al 20% del peso de la industria en el PIB, no hacían prever la situación que nos encontramos en el mes de mayo, con unas previsiones del BE de nivel de paro en el entorno del 17% y un descenso del PIB del 15,1%. Corría 1980 cuando el valor añadido bruto (VAB) de la industria española era de un 25,9% respecto del total de la economía, contribuyendo actualmente la industria manufacturera con un 12,6% del PIB, muy lejos de los objetivos y del volumen de industria deseable para que un país sea competitivo en el mercado internacional y autosuficiente en los ciclos económicos negativos o en crisis sobrevenidas de forma tan imprevista y rápida como la sucedida en estos tres últimos meses.
Prueba de la relación que hay entre industria y crisis pudo verse en 2008, donde las regiones con una industria más desarrollada (centro y norte de España) sufrieron el impacto negativo de forma más leve y su capacidad de recuperación fue mayor que en las zonas volcadas en el sector terciario. Volviendo a 2020, el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 ha desencadenado que la actividad productiva de las empresas se resienta.
Todas las instancias de poder están implicadas en conseguir contener el impacto económico de la crisis sanitaria para generar confianza en las empresas en su actividad productiva. Han sido meses difíciles, con escasez de recursos en los que se ha demostrado que tenemos una industria creativa, formada por profesionales de diferentes ámbitos, con capacidad de construir y establecer grupos de investigación y desarrollo colaborativo que han ido dando soluciones a las grandes dificultades a las que este virus nos ha enfrentado, desde material puramente sanitario, a sistemas de telecomunicaciones, logística, o alimentación. Pero también se ha hecho patente que, con un modelo productivo basado en servicios de bajo valor añadido como son la hostelería, el comercio y los servicios auxiliares, se hace necesario desarrollar un Plan de Reindustrialización que ayude a mantener y reforzar nuestro entramado industrial, y genere iniciativas de inversión para incrementar ese peso de la industria en nuestro PIB.
En estos días nos enfrentamos a las importantísimas pérdidas de empleo de Alcoa y Nissan, multinacionales que emplean a miles de españoles, pero en las que no hay capital español, cuyas decisiones se toman a muchos kilómetros de nuestro país, y que no podemos por tanto considerar industria estratégica. Se hace necesario poner en marcha una serie de políticas que hagan atractivo para las multinacionales instalarse en España, que animen a los inversores españoles a montar sus empresas e industrias aquí y que permitan crecer a las millones de pymes que conforman nuestro tejido empresarial. Los ingenieros industriales se caracterizan por el pensamiento crítico y determinista que busca soluciones para estados futuros, es por ello que la Ingeniería siempre ha sido vehículo de garantía para el crecimiento económico. La situación actual no puede pasarnos por alto y desde los colegios profesionales de ingenieros industriales debemos aportar líneas de trabajo y actuación que contribuyan a mejorar la situación de la industria y, por tanto, la economía del país.
Las medidas que proponemos desde la Ingeniería Industrial son:
1. Impulsar un pacto por la industria nacional. Apostar por la Alianza por la Industria para conseguir que el peso de la actividad industrial supere el 20% del PIB. Para ello es importante contar con las organizaciones profesionales que aportan el conocimiento y con los profesionales que trabajan y lideran nuestra industria.
2. Acelerar la transformación digital de las empresas, especialmente de las pymes y los autónomos. Potenciar la implantación de la tecnología 5G para que esta transformación digital pueda llegar a todo el territorio, posibilitando el teletrabajo, los grupos de colaboradores, fabricación aditiva, inteligencia artificial, etc. La robotización, la digitalización y la I+d+i son la fórmula clave en la llamada Industria 4.0 para que todo nuestro conocimiento se ponga al servicio de la sociedad como motor de la recuperación económica.
3. Crear un servicio de ayudas enfocado a pymes y micropymes para la captación y tramitación de ayudas estatales, comunitarias y europeas de cara a fomentar su conversión a empresas fuertes y sostenibles, mediante el incremento de su tamaño. Reducción de impuestos a pymes y medidas para evitar retrasos en los pagos, fundamentalmente por parte de la Administración.
4. Extender la iniciativa de Oficinas de Transformación Digital (Red.es) que se ha llevado a cabo en muchos casos a través de los colegios profesionales, los cuales pueden seguir colaborando en esta línea de actuación.
5. Blindar los sectores industriales de mayor arraigo como son la automoción, industria agroalimentaria, naval y de las energías renovables, prestando atención a la autogeneración y autoconsumo. Apoyar sectores pujantes, como la agroindustria (diferenciado, sostenible, de calidad y ecológico), el de seguridad informática (Incibe), el químico-farmacéutico, el logístico, el turismo, y las energías renovables, que deben ser impulsores de otros sectores ante el ocaso de otros, como la minería, o de los que se ha deslocalizado.
6. Fomentar la implantación de energías renovables, especialmente en Andalucía y Canarias, como pieza fundamental para el desarrollo de la economía y la adaptación a los objetivos marcados por la UE y la Agenda 2030 de la ONU, impulsando la formación a todos los niveles con el objetivo de convertirnos en un referente internacional.
7. Desarrollar planes estratégicos de apoyo de la economía circular y economía verde (green economy), dentro del enfoque del Pacto Verde Europeo (European Green Deal).
8. Diseñar, con carácter de urgencia y mediante la participación del sector empresarial, un plan de nuevas infraestructuras y actividades productivas a escala autonómica y local. Estas nuevas infraestructuras productivas deben propiciar la diversificación económica de nuestro tejido empresarial y el incremento de la competitividad del conjunto del sector productivo.
9. Facilitar la incorporación de talento para ayudar a las industrias a nivel directivo a través de la contratación de personal con conocimientos técnicos y de gestión, como pueden ser los ingenieros industriales, con el fin de preparar a las industrias para los nuevos retos de gestión frente a la incertidumbre y para analizar los riesgos que se plantean con este nuevo escenario.
10. Dotar a la “España vaciada” de servicios públicos de calidad, potenciar las comunicaciones tradicionales, y procurar buenas redes de comunicación digital, que faciliten e impulsen el emprendimiento rural.
11. Garantizar los “aprovisionamientos estratégicos” para la sociedad como son, a modo de ejemplo, material sanitario, de defensa y de alimentación, y que todos ellos puedan autoabastecer a nuestro país de manera local, mejorando la política de contratos de las administraciones públicas. Promover la localización de industrias auxiliares y complementarias según nuestro entorno económico. Apoyándose en las políticas ya establecidas, impulsar planes locales que estimulen la hostelería, el turismo y el consumo regional con proveedores regionales.
12. Apoyar la creación de un clúster de empresas de base tecnológica para el desarrollo del tejido productivo con un alto nivel de tecnificación.
13. Creación del observatorio del emprendimiento y la innovación que aglutine los organismos ya existentes en este campo para:
• Diseñar las políticas más eficientes en este campo.
• Compartir y divulgar los proyectos en los que cada uno se encuentra trabajando.
• Establecer base de datos conjunta con cada uno de los proyectos en busca de sinergias
entre cada uno de los organismos implicados.
• Con el único objetivo de ser elemento dinamizador de la creación de nuevas empresas
de base tecnológica, de la consolidación de las mismas y de la interrelación entre ellas.
14. Inversión en polígonos industriales realizando inventarios, análisis de capacidades y comprobación del estado de infraestructuras que permitan el desarrollo de soluciones digitales relacionadas con la Industria 4.0.
15. Agilizar gestiones con las administraciones públicas en lo relativo a la tramitación de autorizaciones. Simplificación de la burocracia y unificación de trámites en todas las comunidades autónomas. No se trata de cambiar el sistema a declaraciones responsables, ya que se deben garantizar la seguridad de los ciudadanos, las condiciones urbanísticas y medioambientales necesarias, entre otras, pero el sistema en sí mismo no puede ser una barrera prácticamente infranqueable en muchos casos.
Establecer procedimientos eficaces de control por parte de las administraciones públicas, con apoyo de los colegios profesionales. Buscar los mecanismos que permitan la tramitación acelerada y según los casos el silencio positivo de la Administración en determinados proyectos y obras de rehabilitación, principalmente en infraestructuras turísticas, áreas comerciales y vivienda.
16. Analizar el proceso de adaptación de la automoción y la aeronáutica a la fabricación de otro tipo de bienes y productos para sectores industriales alternativos como energías renovables, vehículos eléctricos y/o transporte público.
17. Desarrollo normativo de derecho al teletrabajo.
18. Potenciar la investigación y el desarrollo de forma que se garantice la dotación económica en sectores estratégicos y de desarrollo tecnológico con colaboración público/privada para tratarla como inversión y no como gasto. Creación de un repositorio documental, con documentos e informes actualizados y opiniones de expertos que sirvan para informar a los empresarios y puedan tomar decisiones con base fundamentada.
19. Trabajar para un sistema educativo de calidad fomentando la formación profesional, las vocaciones STEM, buscar una universidad renovada y dinámica enfocada a cubrir las necesidades de empleo. La formación de calidad y la alta capacitación técnica ha resultado vital en algunos ámbitos. Más del 85% de los ingenieros industriales no han visto afectada su actividad por el parón, una cifra muy superior a la de otros colectivos. Reorganizar e intensificar la colaboración Universidad-Empresa, facilitando la cooperación, el desarrollo de proyectos conjuntos, la transferencia y la formación dual, y fomentando en los alumnos la cultura emprendedora.
20. Establecer, un plan estratégico, adecuadamente financiado, que facilite la denominada “economía plateada” y la gestión de los colectivos crecientes de personas mayores.
21. Construcción de infraestructuras de comunicación diseñadas pensando no solo en el turismo, sino también orientadas al transporte de mercancías.
22. Disminución de los costes energéticos, especialmente grave en el caso del sector electrointensivo por suponer en torno al 50% de los costes de producción.
23. La Prevención de Riesgos Laborales, como elemento clave en estos momentos, requiere un desarrollo profundo, así como la importancia de toma de decisiones en momentos tan graves como los actuales.
24. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son ahora más importantes que nunca. La potenciación de la economía circular o la sostenibilidad tienen que ser palanca del desarrollo de esta nueva normalización.
25. Cambios en el desarrollo urbano, poniendo el peatón en el centro y objetivo de una ciudad sostenible.
26. Desarrollo en movilidad en entornos urbanos con criterios de seguridad y ODS, donde la complejidad de los modelos de distribución de mercancías DUM, de la “Última Milla”, van a cambiar.
27. Reactivar el sector turístico como pieza clave de nuestra economía. Para ello es necesario generar confianza a los turistas, preparar una oferta diferencial e innovadora que se adapte a la nueva realidad y que permita ser competitivos, implantar mejoras en el sector en sostenibilidad, en formación, en tecnología, en instalaciones, en eficiencia energética. Para todo ello los empresarios pueden ir de la mano de los colegios profesionales que son los que les pueden brindar los consejos técnicos cualificados imprescindibles para ello.
Aplicar medidas de transformación digital al turismo, que da soporte a la economía del país, mediante la implementación de protocolos y planes de emergencia. La industria turística es una maquinaria que debe conciliar su operativa con la seguridad de sus clientes. Es imprescindible implementar planes de emergencia en los hoteles con geometría de accesos bien definida, aplicación de señalética visual y sonora. Es básica también la implementación de protocolos, revisar sistemas sanitarios y la temporalidad de las personas que forman parte de la plantilla turística, así como establecer zonas de bajo riesgo para el desarrollo normal de las actividades de los clientes. Y, no olvidar lo fundamental: la información mediante la toma de temperatura con equipos que lo hacen automáticamente sin importunar al turista, así como pruebas serológicas para conocer la situación de garantía de contagio.
Los ingenieros industriales hemos sido protagonistas de las transformaciones tecnológicas llevadas a cabo a lo largo del pasado siglo, demostrando que nuestra profesión es un pilar fundamental en el desarrollo industrial y económico de nuestro país. Esta destacada solvencia profesional es la que ya en este siglo XXI está favoreciendo la incorporación de tecnología al tejido empresarial, la innovación y, en definitiva, la respuesta a los crecientes
requerimientos de competitividad nacional e internacional.
Por todo ello resulta imprescindible que en las políticas que se establezcan por el Gobierno, en el urgente Plan de Medidas de Reindustrialización que se debería promover, se cuente con el apoyo, el buen hacer, el criterio y la colaboración de la Ingeniería Industrial, profesión generalista y multidisciplinar preparada para responder a los grandes retos que actualmente se deben abordar.
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