Juan José Pérez Blanco: “Las actuaciones en todos los hospitales han sido posibles por la capacidad de respuesta, liderazgo y profesionalidad de los servicios de Ingeniería de cada centro”

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Juan José Pérez Blanco, Director de Operaciones del Hospital de IFEMA

Juan José Pérez Blanco se tituló como ingeniero industrial en el 2000 y continuó
formándose hasta el año 2004. Especializado en Electrotecnia, ha dedicado
la mayor parte de su actividad profesional a la gestión y dirección
de centros hospitalarios. Actualmente es director general del Hospital Majadahonda,
empresa que presta sus servicios de facility management en el
Hospital Universitario Puerta de Hierro (Madrid), aunque la opinión pública
lo conoce por haber sido el especialista que ocupó el cargo de director de
Operaciones del Hospital de IFEMA para atender a pacientes con COVID-19.

¿Qué sintió al recibir el reto que se le presentaba?

Primero me llamó la directora general de Salud Pública, Yolanda Fuentes, y media hora después, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, pidiéndome dirigir el montaje del hospital. Había poco tiempo para analizar sentimientos, dije que sí y me puse a pensar en el plan funcional. Recuerdo una especie de sensación de alivio porque podía hacer algo para ayudar.

¿Cómo fue su instalación en tiempo récord?

Las claves del éxito fueron dos. La primera fue la elección de IFEMA como infraestructura, con amplios exteriores y pabellones inmensos dotados de preinstalaciones (climatización, electricidad, agua y desagües, aseos, etc.) que solucionaban la práctica totalidad de las instalaciones necesarias.

La segunda variable fueron las personas que participaron en el proyecto y el equipo humano que compone el engranaje habitual de IFEMA.

Los planos fueron obra de Alberto Jorge Camacho, una de las personas claves del proyecto. La estructura arquitectónica, tanto el suelo de PVC como los paneles de aluminio que formaron la estructura de cada módulo de hospitalización, fue montada por varias empresas habituales de IFEMA. La reunión en la que se decidió el plan funcional fue el viernes 20 de marzo a las 15:30 y el sábado a las 22:00 ya estaban instalados los pabellones 7 y 9, con más de 38.000 m2 de PVC y más de 13 km de panel de aluminio.

La arquitectura e instalaciones de electricidad, agua y desagüe para 1.250 camas de hospitalización y 96 de UCI estaban terminadas en día y medio. Fue impresionante ver la cantidad de recursos que el equipo de IFEMA consiguió desplegar en tan poco tiempo y en fin de semana.

El domingo comenzó la instalación de gases medicinales, con la construcción de un tanque de oxígeno de 30.000 litros, compresores de aire medicinal y vacío, 26 km de tubería de cobre medicinal, 4 km de poliamida y 8 km de PVC. Rematamos la instalación de gases medicinales el jueves 26 en el pabellón 9 y el domingo 29 en el pabellón 7.

Mientras tanto, en el pabellón 5 empezaron a llegar pacientes el sábado 21 a las 22:30, donde teníamos simplemente camas y botellas de oxígeno, con hasta seis controles de enfermería, dotados del material necesario para atender a los pacientes. Los serviciosde restauración, suministro de oxígeno, limpieza y gestión de residuos ya estaban operando ese mismo sábado.

Fue vital el trabajo de backoffice en las subdirecciones de Contratación, de Infrestructuras y Compra de Equipamiento del SERMAS. Hicieron que todo el papeleo desapareciese de IFEMA y posibilitó la agilidad necesaria en la toma de decisiones.

¿Cuáles fueron los elementos más difíciles de introducir?

Respecto a las instalaciones, la más compleja fue la de gases medicinales, sin duda. Nunca se había realizado una construcción de estas características y hubo que ir diseñando el modo de combinar una instalación de cobre que iba por galerías y por canalizaciones en el suelo, con una parte final en poliamida hasta las tomas de los cabeceros. Aquí hubo serios problemas con los materiales, siendo necesario el stock de muchos almacenes de Madrid para poder rematar el montaje.

Juan José Pérez Blanco (centro de la imagen), junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (derecha de la imagen), en las instalaciones del Hospital de IFEMA

¿Estábamos preparados para afrontar esta pandemia?

Nadie estaba preparado para una emergencia como esta, los hechos así lo han demostrado. Ningún organismo ni político hubiese tenido la capacidad de adaptar el sistema sanitario a unos requerimientos similares. No obstante, sí que es cierto que nuestro Sistema Nacional de Salud ha demostrado una asombrosa flexibilidad y capacidad de respuesta ante la crisis. Las actuaciones en todos los hospitales fueron posibles por la capacidad de respuesta, liderazgo y profesionalidad de los servicios de Ingeniería de cada centro.

Soy muy crítico con los organismos supranacionales, como los mensajes tibios iniciales de la OMS o con la falta de previsión y solidaridad de la Unión Europea, pero parte importante del impacto de esta crisis en España ha sido porque estamos gravemente desindustrializados, y esto sí que nos debería hacer reflexionar. ¿Para qué vamos a investigar si no producimos? También habría que revisar la relación Ministerio– Consejerías, un modelo descentralizado que cuando llega la peor crisis se decide centralizar.

¿Cómo puede ayudar la Ingeniería Industrial?

Hay dos caminos en los que debemos ser fundamentales: la investigación y la industrialización. El sector de la automoción es un poco el espejo en el que mirarse, porque ha sobrevivido estando a la vanguardia mundial. Fábricas españolas como Citroën, Renault o Ford no solo son líderes mundiales de sus respectivas matrices, sino que han generado a su sombra un entramado industrial de empresas muy cualificadas. Las tres se han apoyado siempre en escuelas de Ingeniería Industrial cercanas para la captación de talento.

En el sector sanitario, creo que el futuro pasa por la idea de hospitales más flexibles y ligeros, o un concepto más radical, como es el hospital líquido: un hospital sin edificio. La atención de los pacientes cada vez más en sus viviendas y menos en la cama o en consulta. La sensorización de domicilios, sistemas de video-consultas, instalaciones inteligentes o la atención domiciliaria implican la presencia de ingenieros industriales de varios ámbitos de competencia.

¿Nos estamos dirigiendo hacia un nuevo modelo de vida?

Creo que esta crisis ha sido el final de la era de la globalización que hemos vivido. Las futuras restricciones en el movimiento internacional y en la socialización local; la tendencia que se venía percibiendo por parte de grandes potencias, protegiendo sus fronteras e incrementando aranceles; el Brexit; la excesiva dependencia que existe de la producción en China; la batalla por el dominio de las tecnologías IA y 5G. Creo que estamos ante el comienzo de un nuevo orden mundial.