Interconexión submarina España-Francia: un proyecto de interés europeo

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Cable submarino España - Francia

Red Eléctrica de España tiene previsto poner en servicio para 2025 el enlace eléctrico submarino con Francia, un trazado eléctrico de 370 km de longitud que permitirá reforzar la interconexión entre España y Francia, mejorando la seguridad y garantía de suministro, aumentando la eficiencia de ambos sistemas eléctricos y facilitando una mayor integración de energías renovables.

La capacidad de intercambio entre ambos países es la más débil de todo el conjunto de Estados de Europa continental, por lo que este trabajo hará posible utilizar mejor el potencial de la producción eólica española para cubrir la demanda eléctrica y exportarla a Europa en momentos de bajo consumo nacional.

Una mayor conectividad entre los sistemas ofrece también una eficiencia superior, más integración e intercambio de energía renovable, y reduciría la dependencia de combustible fósil para la generación y las emisiones de CO2 asociadas a dicha generación eléctrica, lo que también es un beneficio para el medio ambiente. Asimismo, supondría una disminución de costes de producción, ya que la interconexión evitaría las operaciones de las centrales menos eficientes y más caras.

Desde la subestación de Gatika (cerca de Bilbao) y hasta la de Cubnezais (en la región francesa de Aquitania), esta construcción, declarada Proyecto de Interés Común (PIC) en 2013, se compone de cuatro cables (dos por cada enlace) y discurrirá bajo el mar durante 280 km. Este doble enlace submarino y subterráneo se acometerá en corriente continua, con una capacidad de transporte de 2.000 MW. En total, 1.500 km de cable.

La inversión prevista asciende a 1.750 millones de euros, afrontada a partes iguales por Red Eléctrica y su homóloga francesa, Réseau de Transport d’ Électricité (RTE). Dentro de este presupuesto, la UE ha contribuido con 578 millones, de los que 350 millones corresponderán a Francia y los restantes 228, a España. Se trata de la mayor subvención dada hasta la fecha por la Comisión Europea para un proyecto energético.

En la actualidad, el plan se encuentra en fase de consultas, en la que se han llevado a cabo diferentes encuentros informativos con una valoración muy positiva de la participación e implicación de todas las entidades, grupos de interés, organizaciones y personas que colaboran en el proceso, donde se está abordando una segunda fase que contempla la elaboración del estudio de impacto ambiental y su posterior tramitación. Este proyecto representa un nuevo desafío para la compañía tras la puesta en marcha de la interconexión subterránea Baixas-Santa Llogaia por los Pirineos Orientales.

UN PLAN RESPETUOSO CON EL ENTORNO

Este proyecto está sometido por ley al procedimiento de evaluación de impacto ambiental. Con ella, se garantiza una adecuada prevención de los impactos ambientales y sociales que puedan generar las instalaciones, al tiempo que establece mecanismos eficaces para evitar, reducir o compensar las posibles consecuencias.

Los principales efectos en el ecosistema están relacionados con el territorio y el paisaje por donde transcurren los trabajos, por lo que se aplicarán medidas preventivas y correctoras para que los efectos potenciales se vean atenuados y los impactos no resulten significativos a través de la elaboración de estudios específicos, señalización y balizamiento de hábitats de interés, restauración de las zonas afectadas por las obras y medidas adicionales para mejorar la biodiversidad del entorno.

UN PROYECTO PARA EL INTERÉS EUROPEO

En el Consejo Europeo celebrado en marzo del 2002 en Barcelona, se acordó el objetivo de que los Estados miembros alcanzasen en 2005 un nivel de interconexión eléctrica de al menos el 10% de su capacidad de producción instalada. Para cumplir las recomendaciones de la UE, Red Eléctrica ha iniciado los trámites para poner en marcha esta infraestructura que conectará el País Vasco con la región de Aquitania.

La interconexión consta de un doble enlace submarino y subterráneo que tendrá una longitud de 370 kilómetros, de los que 280 serán de cable submarino. Se trata de una línea de corriente continua, en lugar de corriente alterna, que precisará de estaciones conversoras en cada extremo del trazado y se dividirá en varios tramos:

  • Parte española: la interconexión estará conectada a la subestación de Gatika (al noreste de Bilbao), a 10 km de la costa vasca. En este sentido, se aprovechará la infraestructura existente Gatika-Lemoiz, formada por dos líneas de 400 kV.
  • Parte francesa: la línea se conectará a la subestación de Cubnezais (norte de Burdeos). El trazado subterráneo tendrá una longitud de 80 km desde la costa francesa hasta la subestación.
  • Trazado submarino: desde la costa vasca y hasta la costa francesa de Médoc, recorrerá 280 km.

Como toda gran infraestructura, el reto principal será implementar el diseño más respetuoso con el medio ambiente, además de los desafíos técnicos, asociados a su tecnología y trazado.

EL BRAZO EJECUTOR DEL PROYECTO

La empresa responsable de la interconexión es Inelfe, constituida en 2008 a partes iguales por las empresas gestoras de la red de transporte eléctrico de España y de Francia, Red Eléctrica de España y RTE, respectivamente, con el objetivo de construir y poner en marcha las interconexiones eléctricas entre ambos países para aumentar el volumen de intercambio de energía eléctrica entre la península Ibérica y el resto de Europa.
Inelfe ya realizó en 2015 la primera interconexión eléctrica entre ambos países por los Pirineos Orientales.

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