Esteban Grau es de Donosti. Estudió Ingeniería Industrial en Tecnun, Escuela de Ingenieros de la Universidad de Navarra. Tras un periodo de Erasmus en Austria y hacer el proyecto de fin de carrera en Alemania, este profesional de 32 años trabaja en Siemens como ingeniero de Cálculo. Desde su perspectiva de once años fuera de España, Grau desgrana su experiencia en el extranjero y describe la situación actual de la Ingeniería en este país europeo.
¿Cuándo decidió ir a trabajar al extranjero y por qué motivos?
Fue una decisión gradual, salí primero de Erasmus y después para el proyecto de fin de carrera. Disfruté mucho de las dos experiencias y volví a Alemania, esta vez cerca de Düsseldorf, donde estoy desde el año 2008. Me quedé porque me interesaba el puesto de trabajo en cuanto a contenidos y desarrollo, y también la empresa. En cuanto a lo personal, quería conocer otra forma de vivir y aprender. En definitiva, buscaba salir de la zona de confort.
¿Qué tareas desarrolla en la actualidad en Siemens y cómo comenzó a trabajar en la empresa?
Trabajo en el departamento de Cálculo Mecánico de Generadores para centrales de energía fósil: gas, carbón y nucleares. Hago cálculo estático y dinámico. En mi puesto tengo responsabilidad técnica, escribo manuales de cálculo a partir de normativa internacional, llevo la coordinación técnica y funcional de proyectos y trato con clientes o autoridades.
El primer contacto con Siemens fue a través de una oferta de trabajo en la página web: me interesó, respondí y tras un par de entrevistas empecé en la planta de Mülheim an der Ruhr. Tras aproximadamente tres años en un área de I+D pasé al departamento actual, donde que llevamos toda la línea de producto: I+D, nuevas líneas de producto, ejecución de proyectos y servicios.
¿Cómo fue su proceso de adaptación a la vida profesional en Alemania?
Creo que depende siempre de cómo uno afronte una etapa nueva. De la ilusión sale la actitud y esta es la que hace que salgan bien las cosas. Claro que se presentan dificultades, y lo importante es la reacción ante ellas. En mi caso el horario de trabajo es flexible, tengo una serie de objetivos a cumplir y en función de ello organizo y gestiono mi tiempo. Creo que eso requiere confianza por parte de la empresa e incentiva al trabajador a ser responsable y a hacerse cargo de su trabajo. Se le da gran importancia a la eficiencia y al compromiso.
¿Qué cualidades debe tener un ingeniero español para conseguir empleo en este país?
Creo que el ingeniero español goza de buena reputación en Alemania, por lo tanto, en lo técnico veo más bien facilidades. Recalco lo importante y beneficioso de salir al extranjero cuando se es estudiante, lo cual favorece la primera experiencia y da confianza a la empresa sobre la capacidad de adaptación del candidato.
Además, es fundamental el dominio de idiomas, los obvios son dos: alemán e inglés. En mi caso, trabajo en alemán con mis compañeros de oficina y en inglés con nuestros colegas en la India y Estados Unidos. Diría que, en general, es un buen momento para trabajar de ingeniero en Alemania y son muchas las posibilidades que ofrece este país en el terreno de la Ingeniería.
A los ingenieros que deseen abrirse camino en el extranjero, ¿qué consejos les daría?
Que vengan, y que en todo caso se arrepientan de venir y no de no haber venido. La medida sana para un proyecto así es algo de miedo y muchas ganas. Les recomendaría que se lo pusiesen lo más bonito, fácil y llevadero posible, que sea un lugar sea accesible pensando en los vuelos para volver a casa y tener en cuenta la empresa, que cuanto mayor sea, más contacto con el extranjero existe y más fácil es la aclimatación para las dos partes.
¿Cuenta con algún proyecto personal o profesional que desee desarrollar?
Uno de mis proyectos personales era el de tramitar la nacionalidad, que realicé el año pasado, para mí algo simbólico y bonito. En lo profesional en los próximos meses tengo proyectos tramitados a partir de propuestas de mejora en Siemens que realicé con anterioridad y se aceptaron. Tratan de implantación de nuevos métodos de cálculo y de mejora continua.
Lo que me ha resultado ilusionante de esto es por una parte el reconocimiento y valoración a la propuesta y la experiencia, y por la otra la autonomía y la responsabilidad que conllevan cumplir con el objetivo y la gestión de la financiación obtenida.