
Con más de 2.600 millones de euros facturados en 2015, BBVA no solo es uno de los bancos más potentes a nivel mundial, sino que también ha logrado situarse a la vanguardia del sector gracias al diseño, construcción y operación sostenible de sus centros de procesos de datos (CPD) en el municipio madrileño de Tres Cantos.
El CPD TC1, el centro principal y más actual del banco, fue construido debido a la necesidad de crear un edificio sostenible para albergar la gran diversidad de operaciones que se llevan a cabo en la entidad cada día.
TRES CANTOS
La localidad, que acoge desde 1985 las instalaciones de sistemas informáticos de BBVA, ha ido creciendo progresivamente en los últimos años hasta tener a día de hoy dos CPD. Con ellos, la entidad ha logrado obtener 75 millones de transacciones diarias en 2015 y prevé alcanzar el millón a finales de este año. Concretamente, el CPD TC1 posee una extensión total de 17.500 metros cuadrados construidos, de los que 1.500 pertenecen a la sala IT (Tecnologías de la Información), en la que entran una densidad de 2 kW/m2 de carga informática.
El edificio, ejemplo de sostenibilidad operativa en Europa, ha recibido una gran variedad de certificaciones. Entre ellas destaca el sello ‘Tier IV Gold’, la máxima certificación concedida por Uptime Institute, una organización encargada de clasificar la fiabilidad de los centros de datos en un rango de 4 niveles dentro de un sistema de calificación denominado Tier. Concretamente, el nivel de fiabilidad previsto real para este tipo de instalaciones es del 99,99%, lo que equivale a una parada no programada por fallo de la instalación cada 5 años.
En el año 2014, BBVA se convirtió, con la construcción del CPD TC1, en el primer banco con unas instalaciones de estas características en el continente europeo.
METODOLOGÍA BIM
La certificación Tier fue obtenida gracias a varias herramientas. Una de las utilizadas fue la tecnología BIM (Building Information Modeling) en el diseño, construcción y mantenimiento del CPD TC1. Con esta metodología se obtuvieron grandes ventajas en el desarrollo del proyecto, lo que supuso un considerable ahorro económico y una disminución del tiempo en las fases de preparación de la obra. Concretamente, supuso un ahorro de 6 meses en la fase de preconstrucción y un 8% de ahorro en relación al presupuesto estimado del proyecto en el periodo de ejecución.

Por este motivo, BIM se ha convertido en toda una revolución tecnológica en el sector de la construcción con un programa que se basa en la creación de un proyecto en 3D en una maqueta digital, ya sea de una edificación u obra civil. Además, con BIM es posible gestionar cada uno de los elementos que conforman la infraestructura del edificio en todas las etapas del proyecto.
El sistema de parametrización en tiempo real de la metodología BIM ha logrado la coordinación de arquitectos, ingenieros y constructores de una forma más eficiente, debido a que pueden compartir en ella sus diferentes tareas y ponerlo todo en común. Una de las claves del uso de BIM es la posibilidad de actualizar cada decisión en el proceso de construcción de una forma real en las diferentes fases de la obra, o lo que es lo mismo, BIM es un documento ‘As built’ completamente real.