Ana Monreal Vidal, navarra de 35 años, es ingeniera y emprendedora. Esta última faceta la define perfectamente porque ha sido cofundadora de hasta cuatro empresas líderes en tecnologías industriales: Sirea, iAR, Smart Lean Solutions y Bambrai.
Al terminar su carrera, trabajó durante cinco años como investigadora en el Centro Nacional de Energías Renovables, dentro del Departamento de Energía Solar Térmica, hasta que inició su aventura emprendedora. Su experiencia profesional la convierte en una pieza clave en el ámbito de la divulgación, y lo demuestra ayudando a formar a los más jóvenes. Sin duda, Ana Monreal representa a esa generación de empresarios que trata de destacar en terrenos tan recientes como la realidad aumentada y la digitalización.
¿Cómo se hace para fundar cuatro empresas?
No es algo que se haga de un día para otro, y menos si no cuentas con el entorno apropiado y las personas adecuadas. Cada una se fundó dentro de unas circunstancias específicas:
• Sirea España se creó debido a la confianza que puso en mí para lanzar el proyecto el fundador de Sirea Francia, Bruno Bouteille.
• iAR se fundó gracias a una idea que llegó en el momento idóneo de la mano de sus tres cofundadores (Miguel Ángel Llorente, Jon Navarlaz y yo misma) y debido también al gran
apoyo de compañías y centros que creyeron en nosotros, como CEIN, Sodena o Perfinasa, entre otros.
• Smart Lean Solutions y Bambrai nacieron desde iAR para potenciar líneas estratégicas de negocio junto con otros partners de confianza: ACMP en el primer caso, para comercializar
herramientas digitales para la implantación de LEAN, y Helphone en segundo término, para el desarrollo de soluciones de inteligencia artificial en el sector industrial.
¿Qué significa recibir este premio a nivel nacional?
Es algo que nunca me hubiera imaginado poder ganar. Es una alegría enorme, además de un incentivo inmenso para seguir evolucionando como hasta ahora, tanto para mí como
para todo el equipo. Al final, este premio tengo muy claro que no es mío, sino de todos los que estamos en el mismo barco.
¿El mayor reto al que se ha enfrentado en su carrera?
A nivel general, diría que el cambio radical de lo que supone trabajar para terceros a trabajar para uno mismo, gestionar una empresa y encima crear un equipo y gestionarlo. Cuando empecé mi andadura profesional no tenía casi ningún conocimiento de empresa y todo era nuevo para mí. Toda mi carrera hasta ese momento la había dedicado a la investigación en el ámbito de las renovables, y pasé de un plumazo al mundo de la empresa privada y el emprendimiento. Aprendí mucho, y sigo con mucho que aprender aún, pero sí creo que, si no llega a ser por el acompañamiento y apoyo de mis socios, habría sido todo más difícil.

¿Cómo ayudan la realidad aumentada y la visión artificial a la Ingeniería Industrial?
Estas tecnologías no son más que técnicas que permiten hacernos la vida más fácil a los técnicos, evitar errores y ganar en seguridad. Un caso muy claro es, por ejemplo, el hecho de que se puede representar fácilmente en realidad aumentada un movimiento, como el cierre de una válvula o el corte de alimentación. Esto nos ayuda a evitar cometer errores, de forma que no hay lugar a malinterpretaciones, ya que sobre el propio equipo en el que vas a actuar, ves el movimiento representado. La visión artificial va ligada al primer caso, ya que, para poder reconocer lo que se tiene delante, se hace uso de ella.
¿Qué consecuencias traerá la Industria 4.0? ¿Estamos preparados para el salto?
Es un cambio de 180 grados en el modelo de negocio de las empresas. La consecuencia más directa es el hecho de que el que no adapte su negocio a lo que viene, no va a tener nada que hacer de aquí a unos años. El cambio importante es que se está pasando de un
modelo enfocado al producto a un modelo centrado en el servicio. Hay que entender que todos los sectores están experimentando poco a poco las consecuencias de la evolución tecnológica.
El 90% de las empresas es ya plenamente consciente del cambio porque lo está viendo con sus propios ojos, pero son pocas las que realmente están preparadas, al igual que los profesionales. La tendencia ahora es la realización de diagnósticos de transformación digital
en los que evaluamos a las empresas para decirles dónde están y qué tienen que hacer para abordar este cambio tecnológico de forma exitosa.
¿Cuenta España con infraestructuras para acometer esta cuarta revolución?
España es un país que cuenta con una gran cantidad de empresas y profesionales
muy cualificados. En un gran número de ocasiones se tiende a pensar que no estamos preparados y se mira a otros países como Alemania o Francia, que muchas veces parece
que nos llevan la delantera. Y estos países sí que nos ganan en una cosa: en la concienciación. Las empresas se encuentran mucho más concienciadas desde hace más tiempo del cambio porque la gran mayoría ya tiene un plan de transformación y una estrategia clara establecida. Sin embargo, a la hora de ejecutarla, en muchos casos cuentan con profesionales españoles, lo que muestra que estamos perfectamente preparados para ello.
A nivel estatal, sería interesante contar con un plan de financiación y ayudas, sobre todo para pymes, que permitan ese salto a la transformación.
¿Es España un país para emprender en el ámbito de la Ingeniería Industrial?
Sí. Contamos con un ecosistema de profesionales preparados y competentes. Además, tenemos un tejido industrial importante, lo que nos permite contar con multitud de oportunidades. España puede servir muchas veces de puente hacia la internacionalización.